En España, más de 2,5 millones de personas utilizan lentes de contacto, sobre todo en los meses de verano. Mucha gente las utiliza por comodidad o simple coquetería, pero es importante tener en cuenta algunas recomendaciones básicas para tu salud ocular.
Durante las vacaciones, las lentillas nos proporcionan mayor libertad de movimiento para viajar, practicar deporte o ir a la playa. Esto hace que mucha gente las utilice sólo en esta época del año y es lógico que surjan dudas.
El primer consejo es el más importante: acude siempre a un centro especializado. Ahí te ofrecerán el modelo, los parámetros, la marca o el tipo de lente de contacto que mejor se adapte a ti. Una vez que hayas recibido asesoramiento profesional, existen una serie de pautas que debes seguir para usarlas con plenas garantías.
¿Qué precauciones de higiene debo adoptar?
En verano, sobre todo si estamos de vacaciones, tendemos a relajar nuestros hábitos de vida, pero no podemos descuidar su higiene. Debemos prestar atención a su conservación si son de uso prolongado (quincenal o mensual).
Conviene llevar siempre encima el estuche portalentillas con unas lágrimas artificiales y un pequeño bote con la solución de mantenimiento. De este modo, podremos actuar en cualquier circunstancia y proporcionar alivio a tus ojos.
Lávate y sécate bien las manos antes de manipular las lentillas y evita llevarlas puestas durante más de ocho horas seguidas. Nunca duermas con ellas puestas y no te frotes los ojos con fuerza si quieres evitar irritaciones o incluso lesiones en la córnea.
¿Puedo bañarme con lentillas?
En la medida de lo posible, hay que evitar bañarse con las lentes de contacto puestas, tanto en agua dulce como en agua salada. En cualquier caso, si su uso es imprescindible, puedes utilizar gafas de buceo o natación que aíslen por completo el ojo.
Una opción más que recomendable, si vas a disfrutar de una jornada prolongada de playa o piscina, es utilizar lentillas desechables de uso diario. Al no reutilizarlas, te aseguras de que van a estar en perfecto estado, limpias y desinfectadas, cada vez que te las pongas.
El uso inadecuado o una mala desinfección puede provocar irritación ocular, dolor o visión borrosa. Extrema las precauciones y en caso de presentar alguno de estos síntomas, acude a tu consulta de oftalmología.
El mayor riesgo de bañarse en una piscina con las lentillas puestas es el de contraer una queratitis provocada por el parásito Acanthamoeba castellanii. No es algo habitual, pero si lo puedes evitar, ¿para qué vas a correr riesgos?
¿Puedo usar lentes de contacto con gafas de sol?
Esta es siempre una de las grandes dudas: si las gafas de sol están homologadas, puedes combinarlas sin problema con tus lentes de contacto. Actualmente existen lentillas con protección ultravioleta, pero el uso de unas gafas adecuadas nos proporcionará mayor protección durante todo el año.
Aparte de filtrar la exposición a radiaciones nocivas, las gafas de sol evitarán la entrada de agentes externos como la arena de la playa.
¿Las altas temperaturas pueden afectar de alguna manera?
La sequedad del ambiente, el viento, el uso de aires acondicionados y otros factores ambientales pueden provocar sequedad ocular. Este problema que se multiplica en verano y con el uso de lentillas, particularmente en lugares donde el clima es cálido y seco. Si tu lugar de vacaciones presenta estas características, el uso de lágrimas artificiales es fundamental. Antes del viaje, consulta a tu óptico-optometrista para saber qué precauciones debes tomar.
Con respecto al mantenimiento de tus lentes, debes intentar que el estuche con el líquido desinfectante no quede expuesto al sol durante muchas horas., ya que podría perder sus propiedades.
Si se usan adecuadamente, las lentillas nos proporcionan comodidad y libertad de movimiento. Durante todo el año, pero particularmente en verano, pueden ser unas grandes aliadas en nuestro tiempo de ocio.
Si quieres unas lentillas que se adapten perfectamente a tus ojos o necesitas consejo, no dudes en ponerte en contacto con nosotros aquí.
