Las gafas de sol adecuadas para toda la familia.

Ya te lo han dicho mil veces: unas gafas de sol no homologadas suponen un riesgo para tu salud. Te vamos a explicar por qué es así y la importancia de proteger la vista de los más pequeños.

Con la llegada del buen tiempo, las gafas de sol se convierten en un complemento imprescindible. Si las eliges bien y las utilizas de forma correcta, son una excelente protección para tus ojos frente a las radiaciones solares.

Pero utilizar unas lentes falsas o no homologadas puede ser peor que exponer tus ojos a los rayos del sol sin ninguna protección.

En los últimos años, multitud de establecimientos no especializados han empezado a venderlas como un artículo de moda más sin ningún tipo de garantía sanitaria. Muchas personas las utilizan sin pensar en las consecuencias para su salud ocular. 

¿Cómo sé que unas gafas de sol están homologadas?

El diseño atractivo de una montura no está reñido con la calidad de las lentes. La Unión Europea ha establecido una serie de requisitos que deben cumplir unas gafas de sol para contar con todas las garantías. El principal es que contengan filtro de rayos ultravioleta (UV). Para ofrecer una completa protección frente a las radiaciones solares, el filtro UV debe ser del 99% y aparecerá etiquetado como UV400.

Comprueba siempre que las gafas contengan el logotipo de Conformidad Europea (CE). Esto certifica la calidad de las lentes y acude sólo a establecimientos especializados que tengan autorización sanitaria para su distribución.

Estudios recientes han determinado que entre el 50 y el 70% de las gafas de sol que se venden en España son falsas. Por eso ten mucho cuidado con lo que te intentan vender.

¿Cuál es el riesgo de utilizar unas gafas no homologadas?

Las pupilas de nuestros ojos, por su propia naturaleza, se contraen ante la exposición a la luz para evitar daños en un órgano muy sensible. Al ponernos unas gafas de sol homologadas, lo que hacemos es impedir la entrada de rayos UV. Pero si las lentes no cumplen la normativa, estaremos “engañando” a nuestros ojos. Les quitaremos luz y las pupilas se dilatarán, pero no habrá ninguna barrera para las radiaciones dañinas.

Las consecuencias de una exposición prolongada pueden ser enrojecimiento, irritación, lagrimeo o sensación de arena en el ojo. Pero estas molestias pueden derivar en problemas de salud más graves. La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que el 20% de los casos de cataratas están relacionados con la exposición a radiaciones solares.

¿Los niños pueden usar gafas de sol?

Hasta los 10-12 años de edad los ojos de una persona aún se están desarrollando y los cristalinos son prácticamente transparentes. De modo que absorben casi toda la radiación solar. Por este motivo, es muy recomendable proteger sus ojos con unas lentes adecuadas. La Asociación Española de Pediatría (AEP) insiste en que deben ser “oscuras y con filtro para rayos UV”. Esto “protege la piel que rodea los ojos y previene el desarrollo de cataratas”.

Entonces, ¿con qué edad puede empezar a utilizar gafas de sol un niño? Realmente desde que nace, aunque los bebés con pocos meses de vida es difícil que las toleren. A partir del primer año, cuando empieza a caminar, un niño ya puede empezar a utilizarlas. Aunque los gorros y sombreros protegen de la radiación directa en el ojo, no evitan la entrada de la radicación indirecta reflejada en el suelo, la arena, la nieve o el agua.

¿Cuáles son las gafas de sol correctas para niños?

Acudir a una óptica para que nos ayuden a elegir las gafas adecuadas siempre es muy recomendable. Pero aún lo es más, si cabe, si vamos a comprárselas a un niño. No podemos fijarnos sólo en el diseño. Debemos valorar que la montura tenga el tamaño adecuado, que esté fabricada con materiales resistentes y a la vez flexibles (TR90 o nylon). Además, que cumpla con todos los requisitos de homologación. Para los más pequeños existen también modelos que se ajustan a la cabeza con una banda de neopreno.

Debemos asegurarnos de que el filtro de las lentes sea, por lo menos, de categoría 3 para bloquear la mayor parte de la radiación solar. Aunque lleven protección, es muy importante explicarles a los niños que no deben mirar directamente al sol. ¡Y ojo! Aunque parezca inofensivo o incluso divertido, ponerles unas gafas no homologadas puede resultar muy dañino para su visión a largo plazo.

No es un juguete ni un complemento de moda, es una cuestión de salud. Elige bien tus gafas de sol y, sobre todo, las de tus hijos. 

Si necesitas ayuda para encontrar las lentes adecuadas, puedes visitarnos en Arteixo (A Coruña). Estamos en la calle Ángel del Castillo López, 1.