Cataratas, un problema cada vez más común

Los casos de personas con cataratas han ido a más en los últimos años. El aumento de la esperanza de vida y el envejecimiento de la población han disparado la prevalencia de este problema en países como España. 

A pesar de que se trata de una dolencia relativamente común, no conviene minimizar su gravedad. Es la primera causa de discapacidad visual a nivel mundial y se calcula que unos 17 millones de personas sufren ceguera, total o parcial, a causa de las cataratas.

¿Qué son las cataratas?

Las cataratas se producen cuando el cristalino empieza a perder transparencia. Estamos hablando de la lente natural de nuestro ojo, situada detrás de la pupila, cuya principal función es enfocar a diferentes distancias. Cuando sus proteínas empiezan a descomponerse, se vuelve opaco e impide el paso nítido de luz a la retina. Este es el motivo por el cual vamos perdiendo visión de forma progresiva.

Hay una serie de indicios que nos pueden llevar a sospechar que un paciente está desarrollando cataratas. Tener visión borrosa o doble (también llamada fantasma por el ojo con cataratas), una mayor dificultad para ver bien de noche o percibir los colores brillantes atenuados o amarillentos son algunos de los síntomas más comunes. Otro de los cambios en la visión detectados es, además, una mayor sensibilidad a la luz, algo que se nota especialmente con los faros de automóvil.

¿Sólo afectan a gente mayor?

Más del 80% de los casos de cataratas están relacionados con la edad. El envejecimiento afecta a todos los órganos del cuerpo, también a los ojos, ya que el cristalino va perdiendo con el tiempo su elasticidad y capacidad de enfoque. Tanto la presbicia como las cataratas suelen tener el mismo origen, por este motivo más de la mitad de las personas de más de 65 años sufren estos problemas.

La edad es la principal causa de la enfermedad, pero no la única. Hay factores genéticos que predisponen a tener cataratas y, de hecho, en algunos casos se presentan desde el nacimiento. También pueden tener su origen en traumatismos, en enfermedades como la diabetes o en el consumo de determinados fármacos como los corticoides. Además, ciertos problemas oculares como la alta miopía o la uveítis pueden acabar derivando en cataratas.

¿Se pueden prevenir las cataratas?

Lamentablemente, las cataratas no se pueden prevenir, pero un diagnóstico precoz nos va a ayudar a evitar la pérdida definitiva de la visión. Sus síntomas van apareciendo de manera progresiva y a partir de los 40 o 45 años es conveniente realizar revisiones periódicas. Las personas con más de 65 deberían acudir al especialista, como mínimo, una vez al año. 

Una vez detectadas, es recomendable seguir algunas recomendaciones para frenar su evolución. Proteger los ojos de la luz ultravioleta usando gafas de sol y abandonar algunos hábitos poco saludables, como fumar o consumir bebidas alcohólicas, son decisiones inteligentes. Lo que no está demostrado es la eficacia de las gotas y otros tratamientos para los ojos que se presentan como disolventes o eliminadores de las cataratas. Desconfía siempre de las soluciones milagrosas.

¿En qué consiste la cirugía de cataratas?

Cuando la evolución de la enfermedad es irreversible y el simple uso de gafas se hace insuficiente para desarrollar nuestra vida normal, la cirugía se presenta como la única solución para las cataratas. Es una intervención relativamente sencilla, mediante la que se extrae el cristalino nublado del ojo para sustituirlo por una lente artificial.

La técnica más habitual es la facoemulsificación, consistente en deshacer la catarata y aspirarla, bien por ultrasonidos o bien mediante el uso de un moderno láser de femtosegundo. En todo caso, la decisión de someterse a la intervención debe tomarse siempre atendiendo a las recomendaciones del oftalmólogo.

¿Qué precauciones debo adoptar tras una operación de cataratas?

No hay motivos para tenerle miedo a la cirugía de cataratas. El 95% de los casos se resuelven sin ninguna complicación y el proceso de recuperación suele ser bastante breve. Aún así, después de la intervención es recomendable seguir una serie de consejos:

  • Acude a la operación con algún acompañante que te lleve de vuelta a casa e intenta tener siempre a tu lado a alguna persona que te pueda asistir durante los días inmediatamente posteriores.
  • Protege tus ojos de los rayos ultravioleta. Utiliza gafas de sol para evitar infecciones u otros daños.
  • No te agobies si tu visión parece nublada o borrosa al salir de la intervención. Tu sistema visual necesita un tiempo prudente para adaptarse. Tampoco te preocupes si aparece algún hematoma, pero consulta al especialista en caso de duda.
  • No faltes a las citas de seguimiento oftalmológico y administra puntualmente las gotas antibióticas y antiinflamatorias que te han prescrito.
  • Evita frotar tus ojos o realizar cualquier actividad extenuante en las semanas posteriores.

Tu oftalmólogo cuenta con la tecnología y los conocimientos necesarios para detectar las cataratas en las primeras etapas de su desarrollo. No dudes en acudir al especialista para despejar todas tus dudas sobre un problema que afecta cada vez a un mayor porcentaje de la población.

Si quieres, nosotros podemos ayudarte. Pide cita desde nuestra página web para hacerte un examen oftalmológico completo. Recuerda que el primer paso para resolver los problemas de visión es detectarlos a tiempo.